diumenge, d’abril 08, 2007

DANIEL, PROFESOR -INVESTIGADOR

Daniel se nos murió el lunes de Semana Santa y nosotros, los golpeados por su muerte, colegas y amigos dispersos a un lado y otro del Atlántico, en Latinoamérica y en Europa, tomamos conciencia inmediata de lo que cada uno perdía con esta muerte inesperada.

En mi caso, Daniel fue interlocutor primordial desde que lo conocí, décadas atrás, cuando él todavía era estudiante y yo “profesor no numerario” en la Autònoma de Barcelona. Los dos habíamos nacido y vivido bajo la Cruz del Sur pero no por ello cultivábamos la nostalgia ensimismada: Cataluña ya era el lugar de nuestros anclajes mayores y desde ella tratamos de explicarnos y comprender el mundo en el que vivimos y las estrategias y actuaciones de los medios que dan cuenta de él en contextos políticos y económicos cambiantes. El primer encuentro ya me perfiló al entonces estudiante investigando en un campo muy cercano al mío. Recuerdo el torrente de datos e interpretaciones que Daniel encauzaba desde los primeros diálogos. Y, muy pronto, la larga cadena de textos suyos publicados por instituciones públicas y por revistas especializadas catalanas, europeas, latinoamericanas, poniendo el foco en las industrias culturales y en la propiedad, la gestión y la producción de las empresas mediáticas diacrónica y sincrónicamente consideradas. Recuerdo también sus muy frecuentes exploraciones por bibliotecas y librerías especializadas, a la búsqueda de títulos nuevos, y la generosidad con que me hacía llegar aquellos textos que consideraba pertinentes para los trabajos míos.

Daniel investigador precedió a Daniel enseñante pero, apenas asumida la responsabilidad docente, supo encarnar en la Autònoma primero y, después, en Blanquerna el modelo ideal del profesor-investigador capaz de estructurar y contextualizar sus diálogos con los alumnos con sus propios hallazgos combinados, desde luego, con las teorías y las investigaciones que se iban acumulando en su campo. Sus clases mantenían una asistencia de alumnos amplia, contínua, activa, propicia a la configuración –más allá de las aulas- de una nueva generación de investigadores. Intensamente asumida, esta articulación de la investigación y la docencia reducía considerablemente el tiempo libre de que disponía, y él mismo lo recortaba aún más cada vez que alumnos, colegas y amigos lo consultaban o, simplemente, querían conversar con él. Todos conocíamos la generosidad sin límites de Daniel. Yo la entendí siempre como una manera señorial de vivir muy argentina.

divendres, d’abril 06, 2007

LA MULTITAREA, RIVAL DEL RENDIMIENTO

En aras de la eficiencia, lo mejor es hacer una sola cosa a la vez
STEVE LOHR (NYT) 06/04/2007

Confiados multiatareados del mundo, ¿podríais prestarme atención? ¿Pensáis que podéis hacer malabarismos entre llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes instantáneos y trabajo por ordenador a fin de hacer más cosas en un mundo hambriento de tiempo? Seguid leyendo, preferiblemente apartándoos por un momento del ruido de la parafernalia digital.
Varias investigaciones aportan pruebas sobre los límites de la realización de múltiples tareas. Los resultados, de acuerdo con neurocientíficos, psicólogos y profesores de gestión empresarial, indican que muchos harían mejor en aminorar su comportamiento multitarea mientras trabajan en un despacho, estudian o conducen.
Estos expertos ofrecen ciertos consejos básicos. Revisar el correo electrónico una vez por hora, como máximo. Escuchar música suave y relajante durante el estudio puede mejorar la concentración. Pero otras distracciones ?la mayoría de las canciones con letra, la mensajería instantánea, los programas de televisión? disminuyen el rendimiento. Hablar por el móvil mientras se conduce, incluso con un manos libres, es mala idea. En resumen, la respuesta parece consistir en administrar adecuadamente la tecnología, en lugar de rendirse sin más a su incesante llamada.
"La multiplicidad de tareas hace que uno avance más lento, y multiplica la posibilidad de cometer errores", opina David E. Meyer, científico y director del Laboratorio para el Estudio del Cerebro, la Cognición y la Acción de la Universidad de Michigan. "Las interferencias y las interrupciones aminoran la capacidad de asimilar información".
El cerebro humano, con sus cientos de miles de millones de neuronas y sus cientos de billones de conexiones sinápticas, parece una central cognitiva. "Pero una de sus limitaciones básicas es la incapacidad para concentrarse en dos cosas al mismo tiempo", explica René Marois, neurocientífico y director del Laboratorio de Asimilación Humana de la Información en la Universidad de Vanderbilt, Nashville, Tennessee.
Marois y otros tres investigadores de Vanderbilt narran, en un artículo publicado el pasado diciembre en la revista Neuro, que usaron imágenes por resonancia magnética para localizar el obstáculo en el cerebro y medir cuánta eficacia se pierde al intentar hacer dos cometidos al mismo tiempo. A los participantes del estudio se les dieron dos tareas y se les pidió que respondieran a sonidos e imágenes. La primera era pulsar la tecla correcta en un teclado de ordenador al oír uno de ocho sonidos. La segunda era pronunciar la vocal correcta después de ver una de ocho imágenes.
Los investigadores dicen que no veían ningún retraso si a los participantes realizaban cada tarea por separado. Pero sí descubrieron que la respuesta a la segunda tarea se retrasaba hasta un segundo cuando hacían ambas a la vez. Naturalmente, en muchas tareas diarias, un segundo perdido carece de importancia. Pero algo que se deduce de la investigación de Vanderbilt, dice Marois, es que hablar por teléfono mientras se conduce es peligroso. A 100 kilómetros por hora, un segundo de retraso en el tiempo de respuesta podría ser mortal. "Tenemos la impresión de que el cerebro puede hacer más de lo que a menudo es capaz", observa Marois, que apaga el móvil cuando conduce.
Los jóvenes, de acuerdo con la idea convencional, son los más aptos para compaginar tareas. Sólo hay que observar a los adolescentes y trabajadores veinteañeros enviando correos electrónicos, chateando y escuchando su iPod, todo al mismo tiempo. Una investigación reciente del Institute for the Future of the Mind, de la Universidad de Oxford, indica que la percepción popular es cuestionable. Se dio a un grupo de 18-21 años y a un grupo de 35-39 años, 90 segundos para traducir imágenes a números mediante un sencillo código. Los jóvenes obtuvieron un resultado un 10% mejor cuando no se les interrumpía. Pero cuando ambos grupos eran interrumpidos por una llamada telefónica, un SMS o un mensaje instantáneo, el grupo de más edad igualaba al joven en velocidad y precisión.
"Los mayores piensan con más lentitud, pero tienen una inteligencia más rápida y fluida, de modo que son más capaces de bloquear las interrupciones y escoger en qué centrarse", comenta Martin Westwell, subdirector del instituto. Westwell tiene 36 años, y por lo tanto debería llevar mejor las interrupciones. Pero ha modificado sus hábitos laborales desde que finalizó el proyecto de investigación en febrero. "Reviso mi correo electrónico con mucha menos frecuencia", dice. "Las interrupciones pueden despistarlo a uno". En un estudio reciente, un grupo de trabajadores de Microsoft necesitaban, de media, 15 minutos para volver a tareas mentales serias, como redacción de informes o códigos informáticos, después de responder a los correos o a los mensajes instantáneos entrantes. Se entretenían respondiendo a otros mensajes u ojeando webs informativos, deportivos o de ocio.
"Me sorprendió la facilidad de distracción y cuánto tiempo les llevaba volver a centrarse en su tarea", comenta Eric Horvitz, científico investigador de Microsoft y coautor, con Shamsi Iqbal de la Universidad de Illinois, de un artículo sobre el estudio que se publica este mes. "Si es así de malo en Microsoft", añade Horvitz, "también debe serlo en otras empresas".
La productividad perdida por trabajadores con un exceso de tareas no puede medirse con precisión, pero probablemente sea mucha. Jonathan B. Spira, analista jefe de Basex, empresa de investigación empresarial, calcula que el coste de las interrupciones para la economía estadounidense es de 500.000 millones de euros al año. Pero investigadores universitarios y empresariales afirman poder ayudar. Exploraciones cerebrales, algoritmos de redes sociales y otras herramientas nuevas deberían proporcionar un conocimiento más profundo sobre los límites y el potencial del cerebro.
Eso enseñará a los que trabajan en grupo a gestionar la sobrecarga de comunicaciones digitales. El nuevo Instituto para la Innovación y la Productividad de la Información, entre cuyos patrocinadores están Hewlett-Packard, Microsoft y Johnson & Johnson, investiga cómo crear una tecnología, como sensores o programas inteligentes, para hacer de "vigilantes del tiempo" de los trabajadores.

© Diario EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
© Prisacom S.A. - Ribera del Sena, S/N - Edificio APOT - Madrid [España] - Tel. 91 353 7900

diumenge, d’abril 01, 2007

DELL CON LINUX

Dell comienza la "cuenta atrás" para preinstalar Linux en sus ordenadores
La compañía confirma que dará respuesta a las peticiones masivas de sus usuarios, e incluirá una o varias versiones de este sistema operativo en los PCs que fabrica.- No da detalles sobre el calendario de lanzamiento

ELPAIS.com - 29-03-2007

Dell confirmó ayer su intención de incluir Linux por defecto, y sin coste alguno, en algunos de los ordenadores de sobremesa y portátiles de su gama. Esta decisión, sobre la que se especula desde hace semanas, es la consecuencia lógica a la tormenta de ideas que la compañía lanzó a mediados de febrero, y en la que preguntaba a sus clientes qué nuevas herramientas querrían tener en su PC. La respuesta de Michael Dell, fundador de la compañía y presidente de ella de nuevo desde hace sólo unos meses, no se hizo esperar. "Queremos que los usuarios tengan la oportunidad de ayudar a definir el mercado de Linux en ordenadores de sobremesa y portátiles", decía el pasado 25 de febrero Michael Dell, añadiendo además que estaba ya negociando con Novell y otros desarrolladores de distribuciones de Linux, para ver cómo encajar el producto en su cadena de producción.Un mes de especulaciones
Durante más de un mes, las especulaciones siguieron su curso, entre la impaciencia de los fanáticos del software libre y el escepticismo de algunos analistas (que afirmaban que Dell no se atrevería a soportar en su cuenta de resultados un aumento meteórico de los gastos de soporte técnico a los usuarios).
La confirmación de las palabras de Michael Dell ha llegado mediante un mensaje en la web oficial de la compañía, en la que afirma que "facilitaremos más información en las próximas semanas, incluyendo detalles sobre los sistemas que ofreceremos (...) y la distribución o distribuciones que estarán disponibles. La cuenta atrás comienza hoy".
La decisión de Dell es revolucionaria, por cuanto supondrá un espaldarazo a la expansión de los sistemas Linux, y en especial de aquellas distribuciones (o versiones) que resulten elegidas. Y más aún si se tiene en cuenta que muy probeblemente otras compañías sigan el paso que marca Dell.
Hasta la fecha, Linux no era considerada una alternativa seria a los sistemas tradicionales, especialmente a Windows de Microsoft, debido a las dificultades de configuración, problemas de compatibilidad y sobre todo, un entorno gráfico que hacía muy complicado su uso. Pero los últimos avances de los grupos sin ánimo de lucro y de las empresas que desarrollan las diversas distribuciones de Linux están cambiando rápidamente el panorama.

Noticias relacionadas

Ubuntu, el Linux que llegó de África Linux, tan útil como Windows Casi todos somos Windows
> Ver versión con más información relacionada

SÍLVIA CÓPPULO: CATALUNYA VA A MÍNIMS?

CATALUNYA A MÍNIMS

Han acabat “Amb Ulls de dona”. Setanta una edicions. Em
confessa el director de TVE, Xavier Pons, que no té dissenyat el
model de TVE a Catalunya. Que el van nomenar fa un mes i mig
per tancar la programació en català i que prou fa tapant forats
amb gent de la casa.
La directora de Sant Cugat, Montse Abbad, ha estat més explícita:
Amb Ulls de Dona és un programa massa important per emetre’s
diumenge al matí; el prime time el fan per a tota Espanya en
castellà, i després del prime time no hi poden anar programes
importants que n’hagin elaborat el contingut persones
professionalment independents, de productores petites. O sigui,
que demà gravareu l’últim programa.
Prenc deixada un frase d’un col1lega admirat: personalment em
pensava que el meu full de serveis mereixia un tracte millor.
Amb Ulls de Dona és l’únic debat paritari que es fa a tota Espanya.
Ha reinventat el format incorporant-hi, a més de la taula rodona,
el reportatge, l’entrevista, les imatges de pel1lícula, etc. Aquesta
tercera temporada de mitjana ha doblat el share de La 2 a
Catalunya. I té una quota d’audiència molt més alta que La 2 a tot
Espanya. Té l’últim premi de televisió atorgat per Òmnium
Cultural. I hi col1labora l’Institut Català de les Dones de la
Generalitat.
Desapareixen quatre programes immediatament: La banda, 135
escons, Senyores i senyors, i Amb Ulls de Dona. La suma de les
emissions de TVE (primer canal) i La 2 perden una tercera part del
temps en català, que tal volta recuperaran per un canal digital
anomenat 24 horas.
Sorprèn que la decisió la prenguin unes persones que diuen
defensar “el personal propi” de TVE davant de les productores
alienes; ells, que provenen de productores grans, que continuen
produint en castellà per a TVE. No confia TVE en el seu personal
per a les responsabilitats de direcció?
La banda i 135 escons estan fets per professionals de la mateixa
televisió. Em detenc en aquest últim programa. Com és que TVE
treu identitat a la informació sobre el Parlament? No li interessa el
que es cou en la Cambra Catalana? A TVE no li interessa
Catalunya?
Hi ha un rerefons polític-econòmic en aquesta qüestió. TVE vol que
sigui la Generalitat qui pagui “el català”, encara que costi pocs
diners. La Generalitat diu que és la televisió pública d’Espanya qui
n’ha d’assumir els costos.
Per la nostra banda, com a productora ECOS, estem disposats ara
mateix a ensenyar les xifres de la producció de continguts. I a
posar la primera pedra en la transparència econòmica de les
relacions entre els mitjans públics i els professionals independents.
El desembre passat, en la Nit de Santa Llúcia a Girona, després
que aquesta presentadora recollís el premi de televisió i expliqués
que la programació en català perillava a TVE, el president de la
Generalitat, José Montilla, es va comprometre públicament a que
això no passaria, personalitzant-ho dient: Sílvia Cóppulo, no has
gravat l’últim programa en català. Crec que Montilla era sincer
quan expressava aquest desig.
Però després de la pròrroga de tres mesos, s’ha acabat el partit.
L’hem perdut. Catalunya l’ha perdut. Potser va sent hora que
Catalunya decideixi o negociï les regles dels jocs que l’afecten. I
pugui dir si juguem pròrrogues o canviem de Lliga.
No estic parlant amb tot això de la decisió legítima que té la
direcció de qualsevol canal de televisió a modificar la programació
segons el seu criteri, no. Estic parlant del pes específic de
Catalunya en tots els àmbits socials, també en els mitjans de
comunicació.
Miro els diaris d’aquesta setmana passada: les emissions de TV3 al
País Valencià perillen; el magistrat recusat del Tribunal
Constitucional perquè no es pugui pronunciar sobre l’Estat de
Catalunya, Pérez Tremp, es desmaia. La societat civil i el món
empresarial català fan una demostració de força en un acte massiu
per defensar els interessos del País. Un Lluís Llach pletòric
acomiada la seva carrera artística referint-se al “neofexisme
descarat de la dreta espanyola i l’actitud mediocre d’aquells que
nosaltres vam votar”.
Catalunya va a mínims?
Els deixo. En un moment de total desconcert, la direcció de
TVE-Catalunya m’ha assegurat que a partir d’ara a La 2 apostaran
per les sèries americanes i les sit-coms; que els anés presentant
papers. Vista la nostra mediterraneitat, només podem provar sort
amb la segona opció. S’imaginen els personatges del culebrot?

Sílvia Cóppulo, periodista
Barcelona, 29 de març de 2007