dimecres, de desembre 06, 2006

CUANDO EL LUCRO LLEGA, POR FIN, A LOS DIGITALES

CUANDO EL LUCRO LLEGA, POR FIN, A LOS DIGITALES
"Internet desbanca a la televisión", pretende desde sus titulares El País del 6 diciembre. "Los menores dedican más tiempo a medios digitales que a la 'caja boba', según la ONU". La información correspondiente se basa en el ya famoso Informe Internet 2006: Digital Life, publicado por la Unión Internacional de Telecomunicación. Supongo que los titulares no se ajustan al Informe (que todavía no he leído). La televisión está muy lejos de haber sido "desbancada": sigue siendo el medio dominante respecto de la radio y la prensa. Llamarla "caja boba" es confundir parte de su programación con un todo mucho más variado que también puede incluir programas "inteligentes". Compararla con la Red es pasarse por alto que, dentro de la formidable diversidad de los sitios digitales, también hay fuerte presencia de sitios derivados de la televisión y de los dos otros medios tradicionales.
"Los medios digitales ya son los más consultados en todo el mundo", destaca con mayor fortuna el titular del texto que La Vanguardia del 3 de diciembre destinaba al mismo Informe. Supongo que este Informe dará mucho que hablar. Tanto más cuanto que se ha publicado en medio de una imparable oleada de publicidad que, arrancando precisamente de los medios tradicionales, desemboca, triunfante, en la Red. Con respecto a los sitios derivados de periódicos impresos, esta oleada ya está invadiendo, precisamente, a los que mayor o mejor audiencia reclutan: los más "populares" o los "de referencia". Sobre todo cuando estos sitios derivan de periódicos impresos que ya han introducido la interactividad y los multimedia en sus propios contenidos digitales.
Salvo contadas excepciones -como la formidable BBC- es la prensa, el medio más antiguo, el que más se renueva al entrar en la Red. Pero no en todos sus digitales. Hay en este campo un desarrollo desigual que podríamos caracterizar mediante tres modelos que, apareciendo sucesivamente, coexisten ahora en la Red. El primero es el reproductivo: Reproducción parcial (selección y/o resumen) o completa de contenidos de la edición impresa. Sin contenidos nuevos. Aún así, ya ofrece considerables ventajas al lector de digitales: leer el digital antes de que el impreso se ponga a la venta en el kiosco; sustituir al impreso por el digital correspondiente cuando el lector no puede o no quiere adquirir a aquél; ampliar su menú mediático cotidiano con periódicos publicados más allá de fronteras políticas, lingüísticas y culturales. El segundo modelo es, ya, creativo-reproductivo: Combinación de contenidos nuevos y contenidos derivados del impreso, y reproducción, parcial o completa, del temario impreso. Amplía considerablemente las capacidades del lector: conocer contenidos nuevos, utilizar recursos que no puede ofrecerle el periódico impreso: la actualización, periódica o contínua; la hipertextualidad, que le abre el acceso a otros textos del propio periódico o ajenos; la interactividad, que le convoca a opinar sobre los textos presentados, a participar en foros y en encuestas, a utilizar la hemeroteca y el buscador. El tercer modelo es el creativo-multimediático-reproductivo: La edición digital estrena el multimedia y, a la vez, sigue ofreciendo al lector los recursos característicos de la segunda etapa.
Mis itinerarios cotidianos por la Red recorren unos cuantos sitios de grandes periódicos de Europa y de las dos Américas que, en su mayoría, aplican el segundo o el tercer modelo. Abriéndose ahora a la publicidad interactiva y, sobre todo, multimediática, sus anuncios me empiezan a resultar tan agresivos, tan reiterativos, tan impertinentes como los de las tandas televisivas, sobre todo cuando ocupan toda la pantalla o cuando rompen, una y otra vez, la continuidad de los relatos periodísticos. Les reconozco empero un lado positivo: gracias a esta nueva publicidad interactiva y multimediática, los digitales encuentran por fin una gran fuente del lucro tantos años buscada; para aprovechar aún más de ella tendrán que ofrecernos el acceso gratuito incluso el acceso a aquella parte de sus contenidos que todavía son de pago: para que los nuevos anuncios interactivos y multimediáticos lleguen, por fin, al mayor número posible de consumidores.